La sabiduría popular afirma que antaño una buena parte de los ahorros se guardaban bajo el colchón. Actualmente, el alza de la inflación junto con los bajos tipos de interés (a la espera de un cambio de rumbo por parte del BCE), dejan poca maniobra al ahorrador tradicional: guarde dónde guarde sus ahorros, es tiempo de desempolvarlos. Y una opción segura para invertirlos es el ladrillo.
El sector inmobiliario ha surfeado con nota la ola de la crisis y, no solo ha sido uno de los dinamizadores de la recuperación económica, sino que también se ha posicionado como un valor refugio.
El atractivo del inmobiliario sigue despertando el interés de inversores y particulares. Y es que la rentabilidad de la vivienda se situó en un 6,5% en 2021, según los datos de Fotocasa. De hecho, frente a otros activos como los Bonos del Estado o los depósitos bancarios, la vivienda se ha consolidado como uno de los productos financieros de mayor rendimiento en los últimos años. En 2020, la rentabilidad de la vivienda alcanzó la cota más alta de la década, situándose en un 6,8%.
fuente:https://encasadelasmontalvo.com/invertir-en-vivienda-pequeno-ahorrador/
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